Nada Facil
  • juan
  • 17 de febrero de 2017
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Tiempos, tiempos atrás cuando estaba aprendiendo a nadar me preguntaba, “¿quién carajos quiere aprender a nadar como un sapo? Nunca me gustó el estilo de braza, nunca lo quise mejorar, no me importaba, “hasta muchos años después, frente al instructor de salvamento, había de recordar aquella tarde remota en que aprendí por que es importante aprender a nadar como sapo”. Fue una tarde de 1999 en que tuve mi momento Ahhhhhh -así como cuando uno se da cuenta de algo- tenía que sostener un vadeo estático por un minuto con las manos afuera del agua; todo parecía papita para el loro (fácil) los primeros 5 segundos; los otros 55 descubrí que el sabor del agua de la piscina es un sabor adquirido: las primeras bocanadas saben a diablo, de ahí en adelante uno le encuentra uno no se qué, en yo no se donde, como a las alcaparras. La lección quedó aprendida al finalizar el minuto, “la patada de braza sirva para no tomar mucha agua, y para salvar vidas.”

No tengo fotos ni vídeos de como era mi patada, lo más parecido a ella es el cuadro de patada de brazaLas Meninas de Picasso, que puedes apreciar a la izquierda. Mi patada se parecía mucho al de la cara de la niña: una pierna hacía una cosa y la otra hacia lo que se le daba la gana.

Se que hay mucha gente a la que le pasa esto por que los veo en la piscina -se que están ahí. A todos ellos les dejo el siguiente ejercicio que utilicé en algún momento de mi proceso.

 

Patada de Braza Boca Arriba

Hacer la patada da braza boca arriba nos ayuda en varios aspectos: (1) Elimina el estar pensando en la coordinación de la respiración, y (2) nos permite ver si doblamos mucho el tronco.

Como hacerlo:

 

Omite el hecho que el vídeo está en inglés (si no lo entiendes) y solo concéntrate en como se hace el ejercicio.

Lo primero que resalta a primera vista es el hecho que el nadador no abre las piernas tanto, como probablemente creías que se hacia. La razón de ser es la fricción. Se ha demostrado que reduciendo la apertura de las piernas en la recuperación de la patada, reduce la fricción y permite avanzar más. Así que el objetivo de este ejercicio es “aprender a hacer la patada, sin abrir tanto las piernas”.

  • Vas a comenzar boca arriba y vas a tratar de tocarte los talones justo detrás de los glúteos. Si el cuerpo se desalínea, utiliza un pull buoy entre las piernas.
  • Al final de la patada vas a deslizar. Aprovecha el impulso. Juega a recorrer la piscina con el mínimo número de patadas.
  • Concéntrate en rotar bien los pies hacia afuera. No importa si tienes que aguantar unos segundos para darte cuenta, lo importante es ser consciente de lo que se está haciendo. Al final de la patada asegúrate que tienes los pies en punta.
  • Una vez tengas las piernas en la posición que quieres, vas a subir los brazos en posición de flecha.

Cosas para tener en cuenta:

  1. El cuerpo no debe rebotar; debe moverse en línea recta. Si sientes que rebotas, es porque la fuerza la estas haciendo con todo el cuerpo. Esto se puede deber a falta de movilidad y/o coordinación. Tratar de mantener el ombligo junto a la superficie todo el tiempo, ayuda a corregir este problema
  2. Las rodillas no salen del agua. Piensa que tienes que arquear la espalda para poderte tocar los tobillos y NO llevar las rodillas al pecho.

Trabajo recomendado:

Hacerlo hasta que te salga bien. Para si te cuesta concéntrate, o si te duelen las rodillas. Hay veces que una mala movilidad de rodillas o cadera, puede generar dolor.

 

 

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