Nada Facil
  • juan
  • 11 de marzo de 2017
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Aprender a nadar pecho es más difícil de lo que uno cree. Al principio se cree que si lo pueden nadar los sapos que son chiquitos y verrugosos, porque no va a poder uno que no es tan chiquito, ni tan verrugoso. Comienza entonces el diálogo interno y humilde en el que uno se dice, “lo complicado es hacer la patada, pero una vez la tenga lista en unos largos, ya el resto es papita para el loro.” La vida es un deporte de contacto, y este es uno de los golpes que nos da a los nadadores – los otros son con el borde de la piscina. En poco tiempo uno se da cuenta que hay mucho más.

Dentro de ese “más” está el aprender a deslizar. La gran mayoría de principiantes suelen coordinar la patada y la brazada a la misma vez -como si estuvieran haciendo ángeles de nieve. La verdad es que hay que aprender a coordinar la patada y la brazada de tal manera que no existan puntos muertos en el desplazamiento, es decir, que nos quedamos quietos.

Los puntos muertos en el estilo de pecho se dan por dos factores principalmente:

Porque se abren mucho las piernas en la patada y se crea mucha fricción, y/o
Hay una mala coordinación entre la patada y la brazada.

Lo que más le cuesta a un principiante entender es la sensación de estar con los brazos estirados y hacer la patada; por algún razón que desconozco existe un impulso inevitable en esta población de tener que abrir y cerrar las piernas y brazos a la misma vez.

El siguiente ejercicio te va ayudar a arreglar los dos puntos mencionados anteriormente y a desarrollar un estilo de pecho más fluido y dinámico.

Aprender a Deslizar con la Patada de Pecho

Como hacerlo:

  • Te impulsas del borde en posición de flecha (manos agarradas al frente) y haces 3 patadas: 1, 2 y 3 en la tercera patada haces la brazada y repites, 1, 2 y 3 patadas, brazada etc.
  • Fácil hasta ahí, pero hay varias cosas en la que vas a tener que enfocarte.

Si estas empezando con el estilo concéntrate en mantener los brazos estirados y evitar que se cierren a la misma vez que las piernas.

Si eres más avanzado y el problema de la coordinación ya lo resolviste, entonces te vas a dedicar a ver las baldosas del piso de la piscina. Te vas a fijar en que siempre deben estar en movimiento; si en algún momento puedes ver a una baldosa se detiene es porque hay una falla en la patada. Muy probablemente te estas frenando en la recuperación de la patada. Usa este ejercicio para hacer ajustes a tu patada; juega con ella.

Entre las variaciones que puedes hacer están:

  • Abrir menos las piernas.
  • Coordinar mejor la patada con la brazada.
  • Patear más duro.
  • Practica y juega.

Seré honesto y te diré que no es un ejercicio fácil. Se llega al punto de echarle la culpa a las baldosas por quedarse quietas y no querer seguir avanzando. No es culpa de ellas, muy probablemente es alguna de las cosas que discutí arriba.

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